Muchos de los fichajes, una vez más, no han dado la talla. Pillud no parece tener nivel para la llamada 'liga de las estrellas'. Roncaglia tiene tanta garra como poca inteligencia en el campo para evitar expulsiones. Verdú se muestra intermitente. Ben Sahar cuenta con pocas oportunidades y cuando juega, parece perdido.
Nakamura ha sido el gran fiasco, con un juego lento y poca valentía en el campo para hacer algo que no sea tocar fácil la pelota en horizontal. Osvaldo acaba de llegar, pero en su debut contra Osasuna ya demostró que luchar y presionar a la defensa no es de su agrado, a diferencia de lo que ha hecho durante la última década el ahora 'malo' oficial de los dirigentes del club, Raúl Tamudo.
Únicamente se salvan Fernando Marqués, que curiosamente fue traido a prueba a última hora, y el argentino Juan Forlín. Pese a esto, el jugador argentino, ahora lesionado, costó al club cinco millones de euros. Tres meses más tarde, la aparición del central canterano, Víctor Ruíz, provoca que la parroquia se pregunte si no hubiera sido mejor destinar ese dinero al fichaje de Nené, jugador clave la temporada pasada y que ahora triunfa en el Mónaco.
Otro canterano, Javi Márquez, es de las pocas notas positivas de la temporada. Pese a esto, Pochettino tardó quince partidos en dar una oportunidad al mediocentro. Iván de la Peña, eterno lesionado, ni está ni se le espera, y el máximo goleador de la historia del club, Raúl Tamudo, se halla marginado pese a las dificultades del equipo para marcar un gol, y los números, sonrojantes, de sus sustitutos José Callejón e Iván Alonso.