Hoy fueron Vinicius y Alvaro Fernandez (sobretodo) los que regalaron los goles al Valencia.
No sé lo que tiene que hacer Diego Martínez, pero una serie de cosas son claras.
a) Cabrera sigue cantando y siendo lento aunque no tuviera pena.
b) Calero no es lateral derecho y Aleix ya no esta para jugar de lateral derecho... Ante las lesiones de Oscar Gil y Ruben Sánchez, había que hacer experimentos, pero mejor si quieres jugar al ataque no juegues con laterales, línea de 3 centrales y todos al ataque. (Pero es muy fácil decirlo por mi parte a toro pasado)
c) Los partidos no se juegan, se ganan. (Frase celebre de Luis Aragones), con 2-1 y en el descuento no se puede recular todo el equipo ha de quedar el delantero centro y o un extremo arriba para matar el partido en el corner. Excepto que tuvieras a Sergio Garcia, que con su arte era capaz de rematar estos partidos y conseguir el 3-1, pero sino toda la vida al corner y a que el tiempo se acabe, no recular y esperar que te empaten.
En cuanto al partido, hay cosas que te la teoria machaca la realidad, los gilicorneres se pagan con contras precisas que generan corners que a balón parado sin tantas estupices te clavan el 0-1 de cabeza.
Que el equipo tiene una actitud infinita y es capaz de remontar con la cara alta los partidos como son los goles de Joselu y Darder.
Y que Oier y Diego López les dan 20 vueltas a las cagadas de los dos nuevos porteros que tenemos en nómina. Estos son dos pecados capitales fichados por Catoira y que hasta que no traiga un portero con cara y ojos (como Lunin) mi predilecto, lo vamos a pasar fatal atrás. Hemos perdido dos puntos de tres que teníamos ganados y ahora a ver lo que hacéis en Cadiz,
Luego se repite lo de la estupidez de quedarte en superioridad númerica para a los pocos minutos provocar una expulsión estupidad y volver a igualar el partido. En su día fue Sergi Gómez, hoy ha sido Martin, que se ve que pocas ganas tenía de ir a Cádiz por la estupida expulsión que ha hecho. Parece que si el rival se come un gol, nosotros nos hemos de comer un gol por compasión. Si el rival se expulsa un jugador nosotros de la misma forma estupida nos hemos de expulsar otro.
En resumen, nuestro campo, nuestro tempo, es un aunténtico ambulatorio esta temporada, todo Dios se lleva puntos y sino se los regalamos a última hora. Ya puede espavilar Diego Martínez este mes, porque por el ravillo del ojo estoy mirando y llamando a Marcelino.