Derbi de los de siempre de los que el Barça marca rápido al trumtrum pero sin Messi para rematar el partido y con lo cual se va dejando abierto a esa oportunidad que un Espanyol bien ordenado en defensa va aguantando sin complicaciones los envistes del rival.
El gol, lo de siempre, lentitud defensiva, una vez más de Sergi Gómez y salida en falso de Alvaro y gol de cabeza de Marcos Alonso.
Primera parte triste de domino territorial azulgrana con alguna ocasión más que pudo salvar el mal acierto azulgrana o la defensa.
En la segunda parte más de lo mismo, hasta que en una jugada divida Joselu controla el balón áreo se mete en el área y le pisan y sacan la bota. Penalti descarado. El portero culé que ha visto muchas peliculas del Dibu de Argentina empieza a moverse en la línea de gol para un lado otro. En este caso Joselu no falla, si tanto se mueve el balón al centro raso y bien colocadito que seguro que se tira a un lado y así fue.
Empate a 1-1 y empieza el recital de tarjetas de Mateo, en un minuto dos jugadas saca a Jordi Alba dos amarillas, en una por rifi y rafe con un jugador del Espanyol y en la otra por protestar y que le daba igual que le enseñaran la tarjeta. Tonto hasta la médula.
Luego, poco después entrada de tarjeta de Vinicius que llevaba una, roja y al final de la jugada Cabrera roza la cabeza del polaco culé infiltrado que hace algo de teatro. Desde el VAR le piden a Mateo que la mire y retira la tarjeta roja. A partir de ahí acoso culé con paradores de Alvaro que salvaron el empate y buen orden defensivo.
Puntazo, aunque hay que ir a reclamar el partido con 0-3 por alineación indebida por la via judicial.