El sueño sigue, los ojos no dan crédito a lo que se ven el campo, sigue esa ilusión, esa intensidad, ese compañerismo entre jugadores de cuando no llega uno va el otro y cuando toca atacar, empiezan a tocar con criterio desde atras, para abrir huecos arriba con dos o tres pases y crear peligro.
Rubi rota y en este partido introdujo una novedad y es el jugar en línea en determinados momentos del partido para dejar a los delanteros del Athletic en fuera de juego.
El gol, un centro liztado de lado a lado de Didac Vila con remate extraordinario de Borja Iglesias cruzado al fondo de las redes cruzando ante Herrerin.
¿Problemas? Pocos, pero alguno hay. En primer lugar en las segundas partes ahora cuesta más salir, el equipo lleva sufriendo bastante en estos dos últimos partidos, tanto con Valladolid como Bilbao. El Ath. Bilbao no debe sufrir, tiene calidad más que suficiente para estar mucho más arriba. Es un poco increible su posición ante el fútbol que despliega.
Por otro lado, las jugadas individuales de ataque rival, los jugadores desequilibrantes como Willians del Bilbao se nos escapan de las manos cuando intenta jugada individual, como pasó tras el gol de Borja que se fue de 3 y lanzó al palo. Por el resto, el equipo se cierra bien, herméticamente tapando todos los huecos.
El otro problema se llama Leo Baptistao y su egoismo mucha vez en el último pase en ataque que hace perder ocasiones claras de gol de sus compañeros que le acompañan. Por otro lado Sergio Garcia es el hombre con más calidad junto a Darder, pero no tiene que forzar el hacer carreras contra rivales, porque la velocidad la ha perdido, pero si que debe dejar a los rivales sentados en el suelo o forzar faltas para generar esos brillantes espacios en los compañeros.
Por el resto, se fallan algunas claras ocasiones de gol, pero el equipo cree en si mismo de tal manera que con 1-0 en los últimos minutos no se van al corner y si que intentan marcar el 2-0, tanto Darder como Borja Iglesias en las últimas jugadas.
Señores, el Espanyol es segundo a 3 puntos de los suizos de Valverde y el sueño debe perdurar. Ahora toca un hueso duro, ir al campo del tercero (al campo del Sevilla). El equipo cree en si mismo y va con hambre de ganar en el Pizjuan, veremos que sucede...