Pudo ser victoria para cualquiera, pero a los puntos el partido se lo llevarían los pericos. Al Barça no le sirve el punto y si gana el Madrid verá disminuida su ventaja peligrosamente
El Barça fue incapaz de batir a Kameni. (LFP) |
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Pelos de punta. La piel como escarpia. Seguramente, las horas previas al partido y la media hora de calentamiento han sido de lo más espectacular que se ha podido vivir este año en cualquier campo de liga BBVA. La afición llenó el tendido casi sin abrirse aún las puertas. Había muchas cuentas pendientes y estaban como locos por saldarlas. La periferia del estadio, el sentir del equipo y el rugir de las gradas anticipaban un espectáculo digno de los grandes derbis catalanes, con una intensidad que no se vivía desde hace muchos años. El Barça se iba desflorar en el estadio del equipo con más rivalidad con un ambiente tremendo, con una curve jove que apretaba de lo lindo.
El Barça planteó la alineación del Bernabéu, pues Guardiola sabía lo que le esperaba y nuevas probaturas tácticas podían ser motivo de descalabro ante el empuje local. El Espanyol por su parte, con el once clásico de estar por casa aunque con las bajas de Marqués y Moisés a cambio del titular Kameni- Comité de Árbitros le levantó la sanción ayer viernes-.
El balón rodaba y las primeras premisas se cumplían a rajatabla: los pericos jugaron los 7 primeros minutos como si de vida o muerte se tratase, inclusive con entradas demasiado agresivas que cayeron como bombas en las piernas de Busquets. El castigo, lógicamente, una tarjeta para Osvaldo. Todo Cornellá era una olla a presión a punto de estallar.
La primera ocasión de cierto peligro llegó a cargo de Pedro, que chutó y su disparo, tras rebote en Dídac, tocó el larguero para el susto local. Una vez se relajaron los ánimos del personal, los primeros 20 minutos de hora pasaron entre bambalinas de toque visitante y solidez local, como lógicamente cabía esperar. Eso sí, con el Espanyol más enchufado. Fruto de ello generaron tres ocasiones seguidas que hicieron levantar a todo el estadio. Osvaldo, Callejón y Verdú, este último tras un fallo clamoroso de Busquets en la frontal del área, pusieron en serios aprietos a Valdés. De nuevo, máximo fervor.
A pesar de la triple ocasión, poco más sucedió en las áreas y sí en el centro del campo, donde la brega fue constante y Xavi y compañía no pudieron desplegar su juego hasta el final de la primera parte, aunque sin peligro evidente para Kameni. Messi se empeño en jugar por el centro a través de paredes y asociaciones con Pedro y Xavi, y la defensa perica se mostró muy segura durante los primeros 45 minutos. De pronto, volvió a golpear el Espanyol en la ocasión más clara hasta entonces. Osvaldo remataba en el segundo palo sólo tras un centro de Callejón pero el palo repelía lo que hubiese supuesto el primer gol y un golpe psicológico increíble.
Mucho ruido y pocas ocasiones
Los primeros compases no dieron margen de mejora a lo anteriormente visto, aunque el Barça salió con el propuesto de jugar más arriba, sin tanta especulación. Los blanquiazules a lo suyo, presión asfixiante en todo el campo y con el contraataque entre ceja y ceja. La defensa perica seguía inexpugnable, aunque poco a poco se incidía más y más en línea de fondo por bandas y combinaciones con Pedro. Guardiola sin embargo no lo veía claro y puso sobre el césped de Cornellá a Henry y Keita por Milito y Touré. Eran cambios con perspectiva de ataque dada la necesidad de los tres puntos.
Pero por alguna razón extraña, el partido, en vez de decantarse favorablemente al Barça, Alves se expulsó por doble amarilla en una falta innecesaria sobre Callejón y se iba a las duchas. Las gradas sonreían y animaban sin cesar, mientras que Guardiola fruncía el ceño por lo que se le venía encima.
El equipo de Pochettino, sabedor de la superioridad numérica y con un mejor juego en general que el Barça, apretaba cada vez más los dientes para llegar a todos los balones que Xavi y Busquets, en posición de 4, jugaban desde atrás.
2 problemas que subyugaban en el campo; para los blanquiazules, el fondo físico iba menguando paulatinamente, y la presión era menos eficaz. Para los culés, simple y llanamente que el punto no les sirve en su propósito de ganar la liga. Sí sirve, pero poco. Para manejar esta situación, Pochettino dio entrada a Iván Alonso en detrimento de Verdú, poco participativo después de salir de la lesión.
El tanteo era continuo, pero las ocasiones no llegaban. Guardiola optó por meter a Ibrahimovic en ataque ante la importancia de la victoria, pero el gigantón sueco poco iba a hacer-como Henry-. De aquí hasta el final de partido, los líderes de la BBVA abrieron bien el campo sin premio. Al final, empate justo y sabor agridulce por todo lo acontecido.
SALA DE PRENSA | |
Mauricio Pochettino(entrenador RCD Espanyol) "Ha sido un partido muy intenso, en el que hemos sabido parar a un equipazo. Le hemos jugado como no querían y hemos sido superiores, aunque podíamos haber aprovechado más la expulsión de Alves. El campo y la afición ha sido espectacular ". | Josep Guardiola(entrenador Barça) "Estoy muy contento por el futbol, nos vendrá muy bien para el future. Sabíamos contra quien jugábamos, es un gran equipo, y sabíamos también qué partido nos íbamos a encontrar ". |