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El derby ha vuelto. Después de unos años en que parecía haberse perdido al rivalidad ciudadana, justo cuando el Barça pasa por el mejor momento de su historia, el Espanyol es quien peor se le da. Hoy el Barça no ha sido capaz de marcar, sacando un solo punto de Cornella, dando aíre al Madrid.
Desde el primer minuto de partido se pudo apreciar como no veríamos al mejor Barça. El Español propuso lo opuesto a lo que le gusta el Barça, y lo consiguió imponer. Hablamos de interrupciones constantes, de entradas fuertes, de caídas teatrales, de tanganas reiteradas, etc. Un partido planteado como hace 50 años, con un ambiente especial, en el que la acústica de la nueva casa perica ayudó mucho.
Con el partido sin ritmo, el Español subió , si cabe, un punto más la intensidad. Presiono el primer pase de Valdés a sus centrales, provocando que el Barça se viese incapaz de hacer llegar el balón a Busquets. De este modo, crearon 3 ocasiones consecutivas, que sin ir entre los tres palos, sirvieron para que el Barça se convirtiese en un equipo sin recursos.
A medida que pasaba el tiempo, las fuerzas en los jugadores españolistas desminuían, pero no la intensidad. No llegaban tanto a la portería de Valdés, pero el juego siempre era en el campo del Barça, donde un imperial Pique impartió una clase magistral de como un defensa no debe caer en la provocación de los delanteros y encima comerles la moral sin hacer ni una sola falta.
Cuando más cerca estaba el descanso más apretó el Barça. Maxwell desde el carril del 11, avisó. Luego, dos conexiones de Xavi con Messi asustaron a los locales. Pero no se vinieron abajo y en una contra, Osvaldo tuvo la ocasión más clara del partido, que a boca jarro se topó con Valdés, que de nuevo estuvo providencial salvando a su equipo de irse al descanso por debajo en el marcador.
Los 15 minutos de descanso sirvieron para que los blanquiazules recuperasen fuerzas e iniciasen la segunda mitad del mismo modo en que jugaron la primera. A duras penas Xavi y Messi entraban en juego en campo contrario. Y cuando lo hacían era de espaldas y con dos hombres enganchados. El partido se movía entre interrupción e interrupción, siendo imposible ver más de 1 minuto sin un parón.
Para cambiar el rumbo del derby, Guardiola dio entrada a Keita y Henry, que substituyeron a Milito( horrible toda la noche) y Toure. El francés se puso de 9, retrasando más a Messi, que jugó más pegado a Xavi en el centro del campo. Al minuto del cambio, el Barça encontró a Leo, que con un chutazo desde 30 metros apunto estuvo de sorprender a Kameni.
Con el Barça mostrando su mejor cara por los cambios de Pep, una acción innecesaria de Alves en el medio campo le supuso la segunda amarilla, dejando a los suyos con uno menos y 30 minutos por jugarse, y con Guardiola con solo una substitución por hacer. Puso a Busi de central y tiró a Puyol a la derecha.
Durante los primeros minutos con uno más, el Espanyol pareció venirse arriba. Pero duró poco.
El esfuerzo hecho durante todo el partido comenzaba a notarse de forma clara. El Barça se adueño del balón, y aunque sin crear ninguna ocasión, daba la sensación de que se encontraba más a gusto con 10 que durante los primeros 45 minutos.
El partido entraba en una fase extraña, en el que los jugadores corrían mucho, pero sin hacer nada de peligro que hiciese pensar en que el gol estaba cerca.
Pochettino parecía conforme con el desarrollo del encuentro, no haciendo ningún cambio hasta el minuto 78.
Pero nada cambio. Los ataques del Barça se topaban con Víctor Ruiz, los del Espanyol con Pique. Nadie ponía a prueba a los porteros. Para intentarlo, reapareció Ibra, que sentó a Pedro, haciendo ver a todos que el Barça el empate no lo firmaba.
Pero se tuvo que conformar con él, a pesar de encerrar al rival en el área en los últimos minutos. Se quedó sin marcar por segunda vez en lo que va de Liga, que después del derby queda abierta, habiendo perdido el margen de error que tenía y habiendo sufrido un desgaste enorme de cara al partido del Inter.
No sabéis cuanto tocará remar!!!