Más de lo mismo, pese al empate y la actitud final de ir por el partido y casi cagarla con un penalti claro que el VAR no señaló porque el jugador del Espanyol toca primero balón y cambia trayectoria, el Espanyol sigue R que R con el cagometro puesto desde el día del Valladolid y sin una idea clara de ir por los partidos desde inicio. El equipo siempre espera a que se pongan las cosas complicadas o encajar un gol para ir a por el partido.
Pero el planteamiento de Aguirre fue a la inversa, tiró la primera parte defendiendo en su campo, para luego salir al ataque en la segunda. Lejos de la idea de Diego Martínez de ir a machacar desde el principio ante un rival en casa y encerrado sin ganas de salir mucho.
Y pasó la primera parte y obviamente 0-0.
Solo en la segunda, nuevo fallo en defensa de marca de Olivan por las distancias que se dejan, centro y Sergi Gómez lento no defiende a su marca y otro golito encontra en el zurrón y a remontar que es lo nuestro.
El Espanyol se abrió, repitiendo el cambio en el 60 de Edu Exposito y Keidi Baré a dentro, Melamed se lo guarda como revulsivo de últimos minutos pero esta vez ni eso, metió a Lazo y en un centro chut como el que no quiere el portero del Mallorca se la come, nadie va a rematar porque es que la pelota coje el efecto de irse hacía dentro y el portero engañado la deja pasar.
Luego ya lo sabéis, el VAR nos regaló un penalti claro porque nuestro defensa toca balón pero también al delantero y ello conllevo en cadena 2 expulsiones en el banquillo del Mallorca sin más. Luego el equipo fue un poco por el partido pero no llegó el segundo.
Veremos como funciona el equipo ante los dos rivales europeos que tenemos delante antes del parón por el Mundial, pero, o se suma 3 puntos mínimo o entramos en descenso y hay que buscar soluciones o cambiar de entrenador.
