Se acabó la paciencia de la afición perica. Este equipo solo juega a defenderse y tener un par de ocasiones, una en cada parte que ya no entran. El RCD Espanyol es un flan con una ansiedad terrible donde los rivales aprovechan en algún momento del partidos sus errores de marcaje en defensa para ponerse por delante y ahí se acabó el partido, sea el minuto 1, el 8 o el 44. El equipo no tiene psicologia para remontar resultados adversos. El equipo juega peor que en la era Aguirre donde los balones iban colgados a Stuani y había un criterio de jugada de ataque. Ahora los balones intentan ir a la cabeza de Gerard pero casi nunca llegan.
El Espanyol sería un club campeón con este sistema si supiera trabajar las jugadas a balón parado donde es totalmente negado a elevar un centro a la cabeza de uno de los rematadores.
Todo los jugadores ofensivos no tienen confianza en si mismos, los delanteros cuando se encuentran solos se piensan que estan en fuera de juego. Los creadores hacen regates, regates y regates hasta perderla sin el pase práctico al primer toque al compañero más cercano.
Este equipo esta muerto, el discurso de su entrenador también y precisa una cambio y una revolución.
El cambio más sencillo es el entrenador. El más económico y práctico es subir a David Gallego como entrenador. Pero hay grandes entrenadores en el paro, y a pesar de los pesares y de los años, José Antonio Camacho es el que haría levantar buena parte de la moral de una afición y un equipo desquiciado, porque a veces cualquier tiempo pasado nos parece mejor.
El Girona, equipo ordenado, limitado, con casi toda su defensa B, supo a aprovechar su oportunidad y si llega a aprovecharlas todas podría haber ganado 0-3 sin problemas. Un equipo práctico, disciplinado y sabiendo a que juega con sus recuerdos. Bravo Machín por tu trabajo.
Con este resultado Quique Sánchez Flores estña -5 puntos respecto los mismos rivales y partidos el año pasado, se encienden las luces de alarma.
