Y llegó día que los Fortuñistas como yo, tuvieramos que callar ante San Mako Dimitrovic, salvó del equipo mínimo de 5 ocasiones claras de gol del Sevilla incluida un palo. Estuvo soberbio y no pudo hacer nada ante el gol del Sevilla.
El Espanyol tuvo un primer cuarto de hora muy bueno con dominio y presión al rival donde tuvo ocasiones muy claras una de ellas de Pere Milla que falló un uno contra uno contra el portero.
A partir de ahí, el Sevilla salió con contras y dominio absoluto andaluz, con un montón de corners a favor, ocasiones de gol que suerte de Marko que lo paró todo y sino lo despejó.
El Espanyol en la segunda parte cambió y fue más incisivo en la presión, el Espanyol supo mejor entrar en el juego y en una contra Omar centra y Pere Milla se adelanta en posición correcta, se queda quieto y da un cabeza quieto como si fuera la esquina de una mesa de billar y la pone sutilmente donde no llega el portero del Sevilla.
La segunda parte se tomaba ventaja y Manolo jugaba con todos los delanteros en el campo y ganando, con Milla, Roberto, Kike, Dolan y presionando en arriba y en un corte de un robo de balón del Sevilla, se recupera, pase en profundidad a Roberto que desde tres cuartos de campo ve al portero ligeramente adelantado y la pone en la escuadra. Locura en el estadio en el 84 y a partir de ahí el Sevilla toma el mando y en el 86 en un corner con un mal despeje de Cabrera se la mete en la propia portería y a sufrir con el 2-1 y caminando hacía el corner hasta el 96, donde el Sevilla tiene una falta al borde del área que el Espanyol defiende con todo y da en el brazo completamente pegado de un defensa y el árbitro correctamente no señala nada. El Espanyol gana y llega los 21 puntos, la mitad del objetivo primero de Manolo y todavía faltan 6 jornadas para la mitad del camino. Hay colchón, pero ahora hay que ponerle buenos rellenos en estos seis partidos difíciles para tener una segunda vuelta donde sigamos disfrutando con la entrega de este equipo y se consiga el objetivo lo antes posible.
