2 minutos y medio de puñetera locura antes del descanso ponen al Espanyol en primera ante Oviedo que no supo encontrar fisuras en el conjunto perico hasta el arreón final de la segunda parte donde se topo con el muro de Joan Garcia.
El partido olía a final como el día de la Rosaleda, o el día del Murcia o el día de la Real Sociedad, niños pintados, multitud de gente esperando al autocar, la fan zone a tope y el campo llenando se 1 hora y cuarto antes del partido. Se olía una final, pero con muchas inquietudes al respecto de las posibilidades de los amigos de Cazorla pudieran hacer estragos en el equipo. Pero al final no fue así el equipo aguantó las leves acometidas del Oviedo y Joan lo paró todo.
¿Ahora borrón y cuenta nueva? Hay que hacer mucha limpieza y sino hay dinero hay que subir de abajo y hacer un Ath. Bilbao catalán donde los jugadores que llevan años jugando y se conozcan tengan mecanismos para competir al máximo nivel. No hay otro camino sino hay un grupo inversor fuerte.
El camino es nuevamente el Yo soy cantera.