El Espanyol salió con dos puntas ante la ausencia de Puado en este partido y con las segunda equipación más curiosamente las medias rosas de hace unas temporadas atrás.
Partido tostón de inicio de contención en la primera media hora, pero a partir del 33, el Espanyol empezó a tener ocasiones claras, hasta 3 en el 33, 38 y 44 que en todas ellas el portero Aaron salvó al Oviedo de la quema. Empezaban a funcionar los mecanismos de Manolo ante un Hassan que empezó fuerte con velocidad desequilibrando a la defensa del Espanyol al inicio del partido pero luego se fue difuminando.
En la segunda empezó con algo de impetu el Oviedo y obtuvo en una jugada lenta un balón al palo que no entró. A partir de ahí el Espanyol empezó a carburar y presionar en la segunda parte hasta que llegó el gol fantasma de Kike, que si que entró de calle, pero que habían las dudas si era fuera de juego, pero en la serie de rebotes de la jugada, la pelota procedía de un defensa del Oviedo antes del remate. 0-1 y a defender bien juntitos para salir y matar a la contra.
Modificó las piezas Manolo, sacando a Antoniu y Pickel para contener el medio del campo y Roca sustituir a un Dolan que desde que es titular, su rendimiento no es tan óptimo. Empiezo a pensar que Dolan, hoy por hoy es un crack revolucionario ideal para segundas partes cuando el rival este cansando, empiezo a tener dudas si es más adecuado de titular o no, independientemente del rival.
Luego entraron Urko, Salinas y Omar y en la primera jugada de Omar, centro se pasea por el centro de la derensa y aparece el bota de oro perico Pere Milla y gol, 0-2.
A partir de ahí varios correcalles en contras, que Aaron volvió a salvar de un partido que podría haber acabado 1-7 tranquilamente.
El equipo llego a una cuarta parte de la temporada (25%) prácticamente y con un 37,5 % del objetivo mínimo de Manolo y con el 33 % del objetivo de 45 puntos donde nunca nadie ha descendido.
Ahora esperar lo que hagan los demás y a por el Elche el sábado que viene.