"Not, we can't". El RCD Espanyol no puede, no puede seguir en esta dinámica pasotista donde van andando tocando la pelota y donde únicamente imprimen ritmo al juego un tal Ferran Corominas y un tal Sergio Sánchez, el resto son como muertos viviendos que tocan la pelota a no perderla sin crear ni la misma profundidad. El Espanyol empieza a jugar con fuego, esperando el cambio de campo, pero esto es peligroso, porque una derrota el próximo domingo nos situaría a 2 puntos del descenso ante un rival directo. Mucho cuidado, porque cuesta sangre sudor y lagrimas generar ocasiones, esto no pinta nada bien y solo ha habido un espejismo que fue el partido del Bernabeu. El mejor Sergio Sanchez, el peor Kameni.
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