El desastre se consuma y la ansiedad del descenso esta quemando las últimas naves de la revolución Mané. Todo sale mal, no se machaca delante del portero, a la primera que llegan de la clavan. La Cruz no puede jugar de central porque es un coladero, queda demostrado ayer y el día del Nastic, este hombre es válido como lateral en última opción y poca cosa más. El desastre se consumó con sus penaltis y la guindilla final de Carlos Kameni que regaló el cuarto. La afición esta ya muy harta y de las 19 jornadas al Espanyol le quedan 17 de margen para remontar los 5 puntos de diferencias y ganar 9 de los 19 partidos que quedan, cosa harta imposible a día de hoy. El mejor Sergio Sánchez, el peor La Cruz.
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