la
Junta General de Accionistas que celebró ayer el
R.C.D. Espanyol, en la que, con una representación del
66,31% del capital social del club presente, el órgano de gobierno perico consiguió que un
99,64% votara a favor los números que presentaban. Unos números que, entre otras cosas, dejan un balance de
-6,8 millones de euros al cierre del ejercicio de la temporada pasada, y que elevan la deuda neta del club a
113,8 millones de euros, y la bruta a
165 millones de euros, incluyendo los
80 millones de euros (el doble de lo previsto) que al final nos costará el estadio de Cornellá-El Prat.
Aunque, bien mirado, es posible que quizás la de ayer no fuese una J.G.A. tan a la búlgara, pues hubo hasta un 0,36 % de accionistas que no aprobaron las cuentas. Aun así, estoy seguro de que, con el tiempo, nuestro presidente conseguirá un aprobado con el 100% de los votos o incluso más, ¿por qué no?
Total, al igual que pasaba con Bulgaria durante aquellos años, también el Espanyol actual está en manos de unos pocos que son los que hacen y deshacen a su antojo. Al resto, y por mas que queramos al club, ya casi no nos queda ni el derecho al pataleo.
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