domingo, 9 de diciembre de 2018

La gran sangría de la crisis del RCD Espanyol de Joan Francesc Ferrer "Rubi", el balon parado.

Si, quericos consocios pericos. Ya desde el inicio de la temporada, dentro de la grandiosa dinámica que tenía el equipo, hubo goles en Vitoria o contra el Valladolid que nos los endosaron a balón parado. La sangría ha comenzado a agrandarse tras el empate 1-1 del Sevilla, los dos primeros del Girona en Cornellà-Prat, y los dos de Messi de falta. 

El equipo no sabe defender las faltas o colocar bien las barreras y Diego Lopez no llega con la facilidad que llegaba años atras.

¿El de Valladolid? Fue un rebote en un defensa que descoloca al portero, igual que el tercero del Getafe.

¿Los del Girona? Fallo constante de los centrales que han bajado sus rendimiento, los tres. Y sobretodo Hermoso y David tras el parón de selecciones, lo de Duarte es caso a parte.

¿Lo de Messi? Esta claro que el primero no llega nadie, pero el segundo gol de falta se veía claramente donde iba a ir y Diego Lopez se lo come.

Algo tiene que cambiar en el estudio defensivo de las acciones a balón parado y lo mismo en ataque, porque la verdad es que se sacarón muchos corners para generar peligro al FC Barcelona, pero solo uno fue peligroso, el resto como siempre perdidos y sin sentido. Hay que buscar alternativas nuevas al gilicorner. 

Igualmente las faltas de Granero ya no causan el peligro que generaban a principio temporada. Hay que cambiar con jugadas rápidas y por sorpresa según que faltas.

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