Manolo lo volvió a hacer, catenaccio desde inicio sin ataque aguantando a una UD Las Palmas que tuvo el control del partido de cabo a rabo hasta el penaltito del jugador 29 de las palmas por dar patada a Veliz cuando poco podía hacer por el control del balón. Luego Omar le comió la olla al portero de Las Palmas que se tiro dulcemente al lado contrario del suave chute de Puado, 1-0 y locura en casa. Luego el partido se abrió y en otra contra con la defensa de las Palmas mal colocada y Puado libero al espacio a Pere Milla, que cruzo ante el portero para el 2-0 que dió la tranquilidad en Cornellà.
Toda esto nos lleva a la conclusión de la repetición del partido del Real Murcia en aquel final de liga de 2004. El Espanyol lo volvió a hacer pero con un equipo sin grandes estrellas y con mucha, pero que mucha ansiedad en el partido final. Veliz fue fundamental en esta victoria porque habilitó las dos jugadas de los dos goles con provocación del penalti y recuperación de la pelota en la jugada que gestó el 2-0.
Colorin, colorado, el sufrimiento se ha acabado. Esto no es vida, pericos.
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