Si el Espanyol es de resistencia lo del Llagostera es constancia. Un equipo disciplinado, intentando aprovechar sus oportunidades a balón parado y contras, le plantó cara al banquillo del RCD Espanyol que tuvó que sacar a Puado y Melamed en la segunda parte para intentar aclarar las ideas en ataque, incluso con más de 20 minutos finales con un hombre más. Pero no fue así y se fue a la prórroga.
Cabe destacar que en la primera parte un penalti inocente de Pol Lozano que Oier detuvo y ya lleva 3 partidos oficiales y 4 con el de pretemporada con 0 goles en contra.
Hay que destacar la voluntad sin éxito de un Vargas que no acertó nunca a porteria a parte de su persistencia, por el resto, el plan B esta bastante lejos del A a pesar de la entrada de Embarba.
Pasaron sin más ante un gran rival que merece muchísmo más que estar en segunda B.
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