Ni los más viejos del lugar, ni el mismo ilustre socio Don Fernando Tadeo Mangado que siempre dice y apuesta a que su Espanyol gana 5-0 o 0-5, pues esta vez fue por el canto de un centímo de euro. Cuando todo sale a la perfección y golpeas una y otra vez al rival donde más duele y ejecutas la setencia, poco puedes decir.
Partido perfecto, y los fallos que a veces hay en defensa, los paró Joan. Primero a balón parado gol de cabeza picando en el suelo un remate de cabeza magistral. El segundo, recuperación de Puado que salga a la contra corriendo a toda pastilla con Roberto a su lado, y ante un defensa del Rayo, pase de la muerte y gol ajustado al palo tras la salida del portero.
Para gotita que colma el vaso, uno de los árbitros que nos enviaron a segunda, el canario González González nos pitó un penalti a favor de muy difícil compresión excepto que nos vayamos al grado de violencia de juego con el balón en juego.
Y es que remate del delantero del Espanyol se iba a las nubes antes de recibir el contacto del defensa del Rayo que le realice la entrada a la altura de la mitad de los gemelos. Al ser entrada violenta y la pelota estaba en curso, el árbitro consideró jugada violenta y pitó penalti donde Puado marcó el tercero.
Luego con un Rayo roto, en una contra marcó Pere Milla, para dar la puntilla final y mantener la portería a 0. El Espanyol se queda a 4 puntos del descenso que marca el Leganés y hay que seguir sumando en Vigo, para ir caminando hacía el objetivo.